Asignados casi 300 millones a 34 proyectos industriales para tecnologías renovables y almacenamiento
El 28 de marzo de 2025 se publicó la resolución provisional del programa RENOVAL, a través del cual se asignaron 297,3 millones de euros a 34 proyectos de fabricación de equipos y componentes esenciales para tecnologías renovables y almacenamiento energético. Estas ayudas, financiadas con fondos NextGenerationEU del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), permitieron impulsar el desarrollo industrial de energías limpias en todo el territorio nacional.
Las iniciativas seleccionadas abarcaron tecnologías emergentes y maduras, siendo el hidrógeno renovable y la energía eólica los ámbitos con mayor número de propuestas: once proyectos para la fabricación de electrolizadores y otros componentes del hidrógeno verde, y otros once centrados en el desarrollo de estructuras y equipos para la energía eólica. También se apoyaron siete proyectos vinculados a la tecnología fotovoltaica, cuatro dedicados a sistemas de baterías para almacenamiento eléctrico y uno orientado a la producción de bombas de calor.
En total, los proyectos se localizaron en 12 comunidades autónomas. El País Vasco encabezó el listado con seis proyectos, seguido de Castilla-La Mancha con cinco. Otras regiones con representación fueron Andalucía y Galicia (cuatro cada una), Castilla y León (tres), y con dos proyectos cada una: Canarias, Cataluña, Navarra, Comunidad Valenciana y Asturias. Extremadura y Madrid acogieron un proyecto cada una.
Uno de los expedientes más destacados, tanto por su naturaleza como por el importe asignado (cerca de 200 millones de euros), fue la propuesta para la fabricación de lingotes y obleas de silicio en Gijón, liderada por la empresa SUNWAFE SL. Estos componentes resultan esenciales en la cadena de valor de los paneles solares fotovoltaicos.
Las ayudas otorgadas tuvieron como objetivo principal reforzar la cadena de valor industrial asociada a las energías renovables en España, promoviendo tanto la soberanía tecnológica como la competitividad y la descarbonización de la industria. Además, todas las actuaciones se ajustaron al principio de no causar daño significativo al medio ambiente (DNSH).
El contexto europeo impulsó este tipo de iniciativas, dado que Europa sigue siendo un importador neto de tecnologías energéticas limpias. Frente a la carrera tecnológica internacional y las inversiones masivas de otras regiones, se consideró prioritario reforzar la producción local de componentes estratégicos. España, con capacidad para producir aproximadamente el 60 % de la cadena de valor solar y casi el 100 % de la eólica, partió de una posición privilegiada, aunque aún se detectaron dependencias externas en elementos clave que este programa buscó corregir.
Esta convocatoria se enmarcó dentro del refuerzo del PERTE de Energías Renovables, Hidrógeno Renovable y Almacenamiento (PERTE ERHA), gracias a un desembolso adicional integrado en octubre de 2023 dentro del componente REPowerEU del PRTR. El programa se benefició de un procedimiento simplificado de notificación ante la Comisión Europea, conforme al marco temporal de crisis y transición relativo a ayudas estatales. En conjunto, representó una apuesta estratégica por garantizar la seguridad energética, fomentar la transformación ecológica e industrial del país y alinear la acción nacional con los objetivos del Green Deal europeo.