Biodiversidad oceánica: acuerdo mundial sobre la protección y el uso sostenible de los recursos y la biodiversidad en alta mar
El nuevo tratado permitirá establecer zonas marinas protegidas a gran escala en alta mar, que también son necesarias para cumplir el compromiso mundial del acuerdo mundial de la diversidad biológica de Kunming-Montreal, celebrado el pasado mes de diciembre, para proteger al menos el 30 % del océano de aquí a 2030. Por primera vez, el tratado también exigirá evaluar el impacto de las actividades económicas sobre la biodiversidad en alta mar. Se apoyará a los países en desarrollo en su participación en el nuevo tratado y en la implementación de este mediante un sólido componente de desarrollo de capacidades y transferencia de tecnología marina, con financiación procedente de diversas fuentes públicas y privadas, y mediante un mecanismo equitativo para compartir los beneficios potenciales de los recursos genéticos marinos.
Este tratado sobre diversidad biológica fuera de la jurisdicción nacional, acordado hoy en la quinta conferencia intergubernamental en Nueva York, es el fruto de más de una década de compromiso mundial para encontrar soluciones a este problema crítico y global para el medioambiente. La UE y sus Estados miembros han liderado la coalición de gran ambición en favor de la diversidad biológica marina de las zonas fuera de la jurisdicción nacional, que desempeñó un papel clave en la consecución del acuerdo. La coalición reúne a cincuenta y dos países que se han comprometido, al más alto nivel político, a llevar a cabo acciones ambiciosas para la protección del océano. Fue puesta en marcha por la presidenta Von der Leyen, junto con la Presidencia francesa del Consejo, en la Cumbre «Un Océano» de 2022, celebrada en Brest.
Próximas etapas
Ahora que han finalizado las negociaciones, el Acuerdo entrará en vigor una vez ratificado por sesenta Estados. La UE trabajará para garantizar la celeridad del proceso y para ayudar a los países en desarrollo a prepararse para su implementación. Con este fin, la UE se ha comprometido a aportar 40 millones de euros como parte de un programa mundial para el océano y ha invitado a los miembros de la coalición de gran ambición a hacer lo mismo dentro de sus capacidades.
La adopción formal del tratado tendrá lugar una vez que se haya completado la revisión jurídica en las lenguas de las Naciones Unidas.