El Consejo ha adoptado su posición («orientación general») sobre la Directiva sobre declaraciones ecológicas, cuyo objetivo es abordar el blanqueo ecológico y ayudar a los consumidores a tomar decisiones verdaderamente más ecológicas a la hora de comprar un producto o utilizar un servicio.
Los consumidores necesitan declaraciones medioambientales fiables, comparables y verificables para poder tomar decisiones con pleno conocimiento de causa. Sin embargo, un estudio de 2020 encontró que más de la mitad de las declaraciones ambientales ofrecen información vaga, engañosa o infundada.
La Directiva establece requisitos mínimos para la justificación, comunicación y verificación de las declaraciones medioambientales explícitas.
Hemos alcanzado un importante acuerdo para luchar contra el blanqueo ecológico mediante el establecimiento de normas sobre información clara, suficiente y basada en pruebas sobre las características medioambientales de los productos y servicios. Nuestro objetivo es ayudar a los ciudadanos europeos a tomar decisiones ecológicas bien fundamentadas.
Alcance
Esta nueva propuesta se dirige específicamente a las declaraciones medioambientales explícitas (texto escrito u oral) y a las etiquetas medioambientales que las empresas utilizan voluntariamente al comercializar su carácter ecológico y que cubren los impactos, los aspectos o el rendimiento medioambientales de un producto o comerciante. También se aplica a los sistemas de etiquetado medioambiental existentes y futuros, tanto públicos como privados.
El enfoque general establece una distinción entre las declaraciones medioambientales explícitas y las etiquetas medioambientales, con el fin de especificar claramente las obligaciones aplicables a cada una de ellas, incluidos los requisitos aplicables a ambas.
Afirmaciones más claras y basadas en pruebas
Las empresas deben utilizar criterios claros y la evidencia científica más reciente para respaldar sus afirmaciones y etiquetas. Además, de acuerdo con el enfoque general, las declaraciones y etiquetas medioambientales deben ser claras y fáciles de entender, con una referencia específica a las características medioambientales que cubren (como la durabilidad, la reciclabilidad o la biodiversidad).
Verificación previa y procedimiento simplificado
El enfoque general mantiene el principio fundamental de la verificación ex ante de las declaraciones medioambientales explícitas y de las etiquetas medioambientales, tal como se establece en la propuesta de la Comisión. Esto significa que cualquier afirmación ecológica tendría que ser verificada por expertos independientes antes de ser publicada.
Al mismo tiempo, introduce un procedimiento simplificado para eximir a determinados tipos de declaraciones medioambientales explícitas de la verificación por parte de terceros: las empresas que reúnan los requisitos deben demostrar su cumplimiento de las nuevas normas cumplimentando un documento técnico, que deberá cumplimentarse antes de que la declaración se haga pública.
Si bien las microempresas estarán sujetas a verificación de acuerdo con el enfoque general, también tendrán 14 meses más que otras empresas para cumplir con esas reglas.
Se han añadido varias medidas de apoyo para ayudar a las PYME, incluidas las microempresas, a lo largo de todo el procedimiento. Entre ellas se incluye el suministro de directrices y herramientas y medidas adicionales para reducir la carga administrativa para los agricultores. También pueden incluir apoyo financiero y capacitación.
Etiquetas ambientales públicas
Reconociendo la importancia de los sistemas nacionales o regionales de etiquetado público existentes, los ministros han acordado la posibilidad de establecer nuevos sistemas y eximir a los regulados por la legislación nacional o de la UE de la verificación por terceros, siempre que estos últimos cumplan las normas de la UE tanto en lo que respecta a los procedimientos como a las normas.
De acuerdo con el enfoque general, los sistemas de etiquetado ecológico de tipo 1 de la norma EN ISO 14024 estarán exentos de verificación si están reconocidos oficialmente en un Estado miembro y cumplen las nuevas normas. El reconocimiento por parte de un Estado miembro sería suficiente para todo el mercado de la UE.
Reclamaciones relacionadas con el clima
El enfoque general introduce nuevos requisitos para probar las declaraciones relacionadas con el clima, incluidas las que involucran créditos de carbono.
Las declaraciones relacionadas con el clima a menudo se basan en créditos de carbono generados fuera de la cadena de valor de la empresa, por ejemplo, a partir de proyectos forestales o de energía renovable. El enfoque general incluye la obligación de proporcionar información sobre el tipo y cantidad de créditos de carbono, y si son permanentes o temporales, entre otros.
La posición del Consejo también distingue entre:
Declaraciones de contribución (créditos de carbono para contribuir a la acción climática)
Reclamaciones de compensación (créditos de carbono para equilibrar una cuota de emisiones)
En las declaraciones de compensación, las empresas deben demostrar un objetivo de cero emisiones netas y mostrar avances hacia la descarbonización, así como el porcentaje de las emisiones totales de gases de efecto invernadero que se han compensado.
