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«El mejor residuo es el que no se produce»

“El mejor residuo es el que no se produce”. Este es el cimiento sobre el que gira el modelo Sogama, que sigue fielmente la jerarquía de gestión de residuos establecida por la Unión Europea, y que comienza con la prevención y la reducción, continúa con la preparación para la reutilización y el reciclaje, y culmina con la valorización material y/o energética de la fracción no reciclable, relegando el vertido a último lugar por ser la opción más nociva para el medio ambiente y la salud pública.

El consumo racional, consciente y responsable constituye el primer eslabón de una cadena colaborativa que se afana en minimizar el impacto del residuo sobre el entorno, priorizando de esta forma su recuperación y transformación en un nuevo recurso.

Para que esto sea posible, la activa participación de los ciudadanos cobra especial protagonismo para avanzar hacia la sostenibilidad o, lo que es lo mismo, un desarrollo en el que convivan de forma equilibrada y armoniosa el crecimiento económico, la protección ambiental y la cohesión social.

Las buenas prácticas en los distintos escenarios de la vida cotidiana (el trabajo, el centro educativo, la compra, el tiempo de ocio y el hogar), por muy insignificantes que puedan parecer, tendrán un notable impacto positivo sobre el entorno si cada vez somos más los que las adoptamos.

EN EL TRABAJO

  • Imprime únicamente las páginas que precisas y por las dos caras.
  • Utiliza el papel usado para borradores.
  • Devuelve los cartuchos vacíos al proveedor para que los rellene. 
  • Lleva tu propia taza o vaso de casa.
  • Dona los equipos electrónicos a organizaciones que pueden darle una segunda vida. Contribuirás a luchar contra la brecha digital
  • Opta por material de oficina recargable que pueda durar mucho tiempo.

EN LA ESCUELA O CENTRO EDUCATIVO

  • Antes de lanzarte a comprar material educativo nuevo, comprueba el estado en el que se encuentra el del curso anterior. Seguro que hay cosas que se pueden reutilizar.
  • Si necesariamente tienes que adquirirlo, opta por uno resistente y de larga duración.
  • Aprovecha al máximo el papel. Escribe por ambos lados.
  • Lleva tu tentempié en un tupper y la bebida en una cantimplora. Evita el uso de plásticos y papel de aluminio.

EN LA COMPRA

  • Haz una lista de la compra y cíñete a la misma. Evitarás el desperdicio de productos por los que has pagado y ahorrarás dinero.
  • Prioriza los artículos a granel. El embalaje representa el 23% del peso de nuestros residuos domésticos y una parte importante del volumen de las bolsas de basura.
  • Apuesta por los productos locales y de temporada.
  • Opta por aquéllos que lleven menos envase y embalaje, y evita los desechables de un solo uso.
  • Da preferencia a las bolsas reutilizables.  Las de un solo uso se utilizan durante un promedio de 20 minutos antes de ser desechadas. Asimismo, las de plástico, si no se gestionan correctamente, pueden acabar en el entorno, donde permanecen hasta 400 años
  • Elije productos con etiquetas ecológicas, ya que garantizan la calidad de los mismos, así como su reducido impacto en el medio ambiente a lo largo de su ciclo de vida. 

EN EL TIEMPO DE OCIO

  • Si vas a preparar una celebración, calcula lo que precisas y evita la compra excesiva de comida y elementos de decoración.
  • Si asistes a una celebración, opta por obsequios “desmaterializados”: suscripciones, entradas para el cine o para un concierto, clases de cocina, etc.
  • Usa pilas recargables.
  • ¿La jardinería o el cultivo de productos en el huerto son tus hobbies? Valora la posibilidad de hacerte con un compostador, o bien fabrica el tuyo propio para depositar en el mismo los restos vegetales y restos de alimentos. Producirás un abono natural de alta calidad y con excelentes propiedades fertilizantes para tu huerto o jardín.
  • Cuando vayas de picnic, lleva recipientes herméticos para la comida y cubiertos reutilizables de metal. Olvídate del plástico de usar y tirar.

EN CASA

  • Inclínate por los productos duraderos. Por ejemplo, los paños de limpieza, maquinillas de afeitar, etc.
  • Cocina alimentos frescos. No solo comerás más sano y saludable, sino que ahorrarás una gran cantidad de desperdicios de envase y embalaje.
  • Ajusta las raciones al número de comensales.
  • Aprovecha las sobras para la elaboración de nuevos menús.
  • Diferencia entre fecha de caducidad y fecha de consumo preferente. La primera indica el momento en el que un artículo puede representar una amenaza para la salud. La segunda, el momento en el que puede perder propiedades (textura, sabor, olor), pero no supone riesgo para la salud.
  • Pon orden en tu nevera y despensa. Coloca los artículos perecederos en la parte delantera para verlos mejor y consumirlos en plazo.
  • Llena una jarra con agua del grifo. Evitarás el consumo de botellas plásticas.
  • Recuerda que las bombillas de bajo consumo consumen un 80% menos de electricidad y duran de 6 a 8 veces más.
  • Reutiliza y repara los aparatos eléctricos y electrónicos tanto como te resulte posible y, cuando ya acaben su vida útil, llévalos al punto de recogida autorizado.
  • Recurre a los productos de aseo personal sólidos- por ejemplo, jabón en lugar de gel de ducha-. Tiene menos embalaje.
  • Dale una segunda vida a la ropa que ya no quieras regalándola a amigos, familiares o bien a asociaciones benéficas.
  • Antes de tirar un objeto, evalúa su posible reutilización por ti o por otras personas.

10 buenos hábitos para reducir los residuos en la vida diaria

  1. Opta por bolsas reutilizables
  2. Evita el desperdicio alimentario
  3. Compra a granel
  4. Opta por productos recargables
  5. Bebe agua del grifo
  6. Restringe el uso de la impresora
  7. Aprovecha el papel y utilízalo por ambas caras
  8. Empieza a compostar la materia orgánica
  9. Dona ropa que ya no uses
  10. Repara bienes y electrodomésticos

Fuente: SOGAMA