El sector cementero y la economía circular, ahorrando recursos y reduciendo emisiones de CO2
Las estrategias intersectoriales de economía circular, como la aplicada por el sector cementero, representan un enfoque fundamental para optimizar el aprovechamiento de recursos y la gestión de residuos infrautilizados. A mediano plazo, estas estrategias tienen un impacto positivo al reducir tanto el volumen de materias primas naturales utilizadas como los costes económicos y ambientales asociados a los procesos de eliminación de residuos.
La industria cementera, representada por OFICEMEN, desempeña un papel crucial en esta dinámica, ya que se relaciona actualmente con 88 sectores económicos. Además de ser uno de los mayores recicladores de residuos minerales en nuestro país, es líder en la valorización energética de los mismos. Esto se traduce en un ahorro significativo de recursos naturales.
A través de la simbiosis industrial, la industria cementera lleva a la práctica el concepto de economía circular al aprovechar los recursos infrautilizados de otros sectores económicos. Estas colaboraciones entre empresas permiten mantener los recursos en el ciclo económico durante más tiempo, disminuyendo la necesidad de explotar materias primas naturales y reduciendo el uso de combustibles fósiles.
En este contexto, la simbiosis industrial ha posibilitado que las fábricas de cemento en España recuperen material y energéticamente más de 62,7 millones de toneladas de residuos entre 2004 y 2021. En el último año registrado, 2021, se valorizaron más de 2,2 millones de toneladas de residuos procedentes de al menos 39 CNAE’s distintos, destacando las cenizas volantes y las escorias para molienda de cemento como los residuos más empleados. También se logró la recuperación energética de aproximadamente 1,1 millones de toneladas de residuos procedentes de 49 CNAE’s, siendo los combustibles derivados de residuos (CDR), los neumáticos fuera de uso (NFU) y las harinas animales los combustibles alternativos más utilizados.
Este enfoque no solo tiene un impacto positivo en la gestión de residuos y la optimización de recursos, sino que también contribuye significativamente a la reducción de emisiones de CO2. La valorización energética de combustibles alternativos con contenido de biomasa, ampliamente empleada en la industria cementera, ha evitado la emisión de 1.096.543 toneladas de CO2 en 2021. Además, la valorización material o energética de residuos ha evitado la emisión de 816.617 toneladas de CO2 equivalente al prevenir la gestión de residuos a través de vías de eliminación de mayor impacto, como los vertederos.