Estudiantes del Ciclo de Cocina del CIFP Carlos Oroza de Pontevedra son formados en sostenibilidad
Técnicos de Sogama, a petición del CIFP Carlos Oroza de Pontevedra, impartieron sesiones formativas en este centro, estando dirigidas a estudiantes del ciclo de cocina, que mostraron un gran interés en la temática abordada, destacando por su alta participación, aportaciones y sensibilidad ambiental.
En el transcurso de las charlas, se explicó el cometido de Sogama, que gestiona y trata los residuos urbanos producidos en la mayor parte de la comunidad a través de un modelo que prioriza el reciclaje y que desvía a valorización energética la fracción no reciclable, evitando su depósito en vertedero, la opción más nociva para el medio ambiente y la salud.
A día de hoy, la Sociedad pública cuenta con 295 ayuntamientos adheridos (más de 2.240.000 habitantes) y dispone de una infraestructura industrial conformada por un Complejo Medioambiental, sito en Cerceda (A Coruña), una red de 37 plantas de transferencia distribuidas estratégicamente por el territorio gallego y un vertedero de cola para acoger aquellos desechos que, dadas sus características, no se pueden reciclar ni valorizar energéticamente y que, gracias al incremento de la capacidad del Complejo, ha visto reducida su actividad en más de un 98%.
DESPERDICIO ALIMENTARIO
Dado el perfil del alumnado, se abordó la gran problemática de la pérdida y el desperdicio alimentario, que alcanza un tercio de la producción de alimentos en el mundo para el consumo humano, teniendo lugar las pérdidas en las distintas etapas de la cadena: cultivo, transporte, distribución y consumo final.
En este sentido, cabe destacar las sucesivas campañas que Sogama vien desarrollando para evitar que la comida acabe en el cubo de la basura, insistiendo para ello en la necesidad de hacer una lista de la compra y seguirla fielmente, revisar la despensa y la nevera para consumir antes los productos perecederos, diferenciar entre fecha de caducidad (momento a partir del cual el artículo puede afectar a la salud) y fecha de consumo preferente (momento a partir del cual pierde cualidades tales como olor, sabor, textura, etc, pero sin representar una amenaza para la salud), ajustar las raciones al número de comensales y aprovechar las sobras para elaborar nuevos menús.
COMPOSTAJE DOMÉSTICO E INDUSTRIAL
Y para los restos de alimentos no comestibles, queda la opción del compostaje, tanto doméstico como industrial.
Sogama lidera en Galicia un programa de autocompostaje en el marco del cual ha repartido de forma gratuita más de 18.300 compostadores. En el caso de la provincia de Pontevedra están adheridos a esta iniciativa 119 entidades (46 concellos, 65 centros educativos y 8 colectivos sociales), a las que se ha dotado con 6.200 compostadores y manuales didácticos, y a las que se han ofertado distintos cursos de formación para explicarles con detalle la técnica a aplicar y el protocolo a seguir para obtener un compost de alta calidad.
Por su parte, la red de compostaje industrial, en la que está trabajando Sogama, contempla 17 instalaciones (4 plantas de biorresiduos -entre éstas la de Vilanova de Arousa-) y 13 plantas de transferencia que contarán con una tolva específica para el trasvase de la materia orgánica.
El objetivo es que la práctica totalidad de los ayuntamientos adscritos a Sogama dispongan de una planta de biorresiduos o de transferencia a menos de 50 km de distancia. La colaboración de los ciudadanos se materializará a través de la aportación de los residuos orgánicos al contenedor marrón, que los ayuntamientos deben implantar antes del 31 de diciembre de 2023.
Fuente: SOGAMA