La hostelería gallega se suma a la reducción del desperdicio alimentario con envases reutilizables y formación ambiental
Más de 60.000 envases y 25.000 bolsas para residuos llegan a bares y restaurantes, junto con jornadas formativas que impulsan la economía circular en el sector
El sector hostelero de Galicia avanza en su compromiso con la sostenibilidad. A lo largo de este año, miles de establecimientos están recibiendo packs reutilizables con el objetivo de prevenir el desperdicio de alimentos y fomentar la correcta separación de residuos.
En total, se están repartiendo más de 60.000 envases reutilizables para que los clientes puedan llevarse a casa las sobras de comida, reduciendo así tanto el desperdicio alimentario como el uso de envases de un solo uso. A esto se suman más de 25.000 bolsas contenedoras para residuos, y 40.000 bolsas reutilizables para botellas de vino, que también contribuyen a eliminar plásticos innecesarios en la hostelería.
Esta acción forma parte de una campaña de sensibilización que incluye también la formación del personal hostelero: cerca de 60 jornadas presenciales se han celebrado por toda Galicia, con talleres prácticos sobre separación de residuos, uso correcto de contenedores y entrega de guías adaptadas a las rutinas del sector.
Hostelería con conciencia climática
En el marco del Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio Alimentario (29 de septiembre), se recordó que la Unión Europea ha fijado como objetivo para 2030 reducir un 20 % las pérdidas alimentarias en la cadena de suministro y un 50 % los residuos de comida per cápita entre los consumidores y el comercio minorista. Galicia se alinea con esta meta europea impulsando acciones que involucran directamente al tejido productivo.
El papel de la hostelería es clave: por su volumen de actividad y su contacto directo con la ciudadanía, puede convertirse en agente transformador de hábitos de consumo más sostenibles, promoviendo la cultura del aprovechamiento y del reciclaje.
Prevención desde el origen
Esta iniciativa no solo promueve el aprovechamiento de alimentos, sino que también contribuye al cumplimiento de la Directiva europea de residuos, que establece la necesidad de adoptar medidas preventivas y de sensibilización en origen. A través de la formación ambiental y el uso de materiales reutilizables, el sector hostelero gallego demuestra que la prevención empieza en cada plato que se sirve.
Acciones como esta demuestran que la transición ecológica no solo depende de grandes infraestructuras, sino también de pequeños gestos diarios, impulsados por sectores estratégicos de la economía local. En este caso, la hostelería se convierte en aliada clave para avanzar hacia una Galicia más circular, responsable y comprometida con el planeta.
