Consejos Sogama para un verano sostenible, estés donde estés
Época de desconexión y relax para muchos, parece que en verano todo se vive con más intensidad. El tiempo acompaña, los días son largos y repletos de actividades, los eventos al aire libre son la tónica habitual, los encuentros familiares y con amistades se incrementan exponencialmente y los viajes se multiplican.
Pero esta forma de vivir durante los meses estivales, tiene su cara oculta: la producción de residuos, especialmente en los municipios turísticos, llega a triplicarse, con el coste que esto supone a nivel ambiental y económico.
La diversión y el ocio no están reñidos con el cuidado del entorno. Sencillos gestos nos ayudarán a reducir nuestra huella ecológica en vacaciones y todo el año.
- Caminar, bicicleta y transporte público: la trilogía del desplazamiento sostenible. Mejor en tren que en avión, y mejor en vehículo compartido que individual.
- La playa, el campo y la montaña: los tres destinos más demandados. En todos ellos, prudencia y solidaridad con el entorno. Recoge tus residuos en una bolsa y deposítala en una papelera. Lo mejor: clasifícalos por tipos de material e introdúcelos en los contenedores correspondientes para que puedan ser reciclados. El marrón ya se está incorporando a las calles. Dale la bienvenida y entrégale tus restos orgánicos para que puedan convertirse en compost.
- Protégete del sol. Utiliza sombreros, gafas de sol, sombrillas y opta por un protector solar respetuoso con el medio ambiente.
- Hidrátate constantemente. Lleva tu propia botella reutilizable de agua. Descarta las botellas plásticas de usar y tirar.
- Ojo con las raciones de comida. Con horarios flexibles y más tiempo disponible, nos recreamos en los manjares que figuran en las minutas de los restaurantes y pedimos más de la cuenta. Actúa con mesura, pero si acabas sucumbiendo, pide las sobras y llévalas para casa.
- ¿Eres tú el anfitrión/na y te toca comprar y cocinar? Elabora una lista de la compra, adquiere solo lo necesario, consume productos locales y de temporada, ajusta las cantidades de alimentos al número de comensales, deja que se sirvan ellos mismos y, si aún así sobra comida, échale imaginación y elabora nuevos menús a partir de la misma o congélala para otra ocasión. Di no al desperdicio alimentario.
- Estés donde estés, lleva tu propia bolsa reutilizable. Nunca sabes cuándo la vas a necesitar. Rechaza las bolsas plásticas de usar y tirar, y a ser posible, renuncia a los tickets de los comercios en papel. Ya hay muchos establecimientos que los remiten por correo electrónico.